Suspiré y por enésima vez miré a mi alrededor.
Las horas pasaban lentas dentro del club, gente iba y venía, de un lado a otro. Yo solo sostenía mi bebida, jugando con el vaso y buscando en mis bolsillos de vez en cuando para sacar un cigarrillo y consumirlo rápidamente. Había venido por diversión...y por dinero. No pasaba desapercibido por los que sabían de qué vivía, haciendo el negocio rápido y llenándome las manos de papeles con valor monetario.
De Pronto me vi solo en la barra, con el vaso medio lleno. Me giré, quedando de frente con el resto que se divertía, y no es que yo no me estuviera divirtiendo, más bien había perdido mi centro de atención.
Desde que llegué había fijado mi vista en un peli-rosa, confundiéndole con mujer a primera vista, seguí, durante un rato, sus movimientos solo con mi vista, disimulando beber tranquilamente, hasta que en un momento dejé de verle, buscándole con mi vista, definitivamente iba a divertirme con él como fuese.
Buscaba impaciente, la droga que había consumido me tenía eufórico y quería divertirme. Me mezcle entre la gente, encontrando mi vista con su cabello que se alejaba despacio, sin dudar en seguirle por los pasillos, cayendo en cuenta que era el camino a la enfermería.