La privacidad no es necesaria ~Abierto~

-Abrió la puerta con extremada lentitud, su firme mano empujó la puerta suavemente, entrando de tal manera que el lado de su rostro cubierto por el flequillo se dejase ver primero, algo bebido, serio...Alzó la vista para verlo sobre la cama, sus ojos oscuros escudriñaron cada rincón de la habitación, cada facción de su rostro, cada pliegue de sus ropas escogidas especialmente para la ocasión. Con el ceño algo fruncido cerró la puerta tras de sí con el pie, sin dejar de mirarlo, le mostró las llaves zarandeándolas en su dedo índice y alzó las cejas, colocándolas en la cerradura y cerrando así. En un silencio impoluto sus piernas comenzaron a moverse camino a la cama, sus andares hacían que su cabello largo, es decir, la parte de su flequillo se moviese en torno a su frente y su ojo derecho. Pestañeó una vez, muy lentamente, solo se escuchaba su respiración y el sonido sordo y seco de sus deportivas acercándose, quedándose inmovil frente a la cama- Buenas noches...

-Ladeó una sonrisa algo lasciva mientras lo miraba, con una ceja levemente enarcada, por un momento consiguió olvidarse de todo, observando esa provocativa escena con un movimiento de cabeza se retiró el flequillo del ojo que cubría y con la ayuda de la punta de su pie, se sacó primero una zapatilla y después la otra de la misma manera, se inclinó sobre la cama, apoyando primero la rodilla y acariciando después su suave pie, mirando al rubio de reojo, manteniendo la espalda encorvada acercó los labios al lugar que acariciaba y lo besó sin dejar de mirarlo, repartiendo besos así por su tobillo, posteriormente la pierna y subiendo poco a poco hacia la rodilla, acariciando la parte ya besada con las palmas de ambas manos las cuales estaban bastante frías...En la rodilla se entretuvo unos instantes que dedicó a acariciar su pierna con suavidad, una vez tuvo suficiente, continuó subiendo entre besos hacia su muslo, donde dejó un suave pero sensual mordisco -

-Haciéndole una jaula con los brazos se acercó lentamente a sus labios, repasándolos con la punta de su lengua a medida que dejaba ir pequeños suspiros, una vez repasados los besó por un momento y bajó por su cuello, deslizando la lengua con suma lentitud, entreteniéndose, saboreando su piel blanca como la nieve. Al sentir cómo le desabrochó el pantalón, mordió con fuerza su cuello, dejando una pequeña marca amoratada en él-

-Su cuerpo presentaba varias cicatrices repartidas por su espalda y pecho, frunció el ceño volviendo a sacudir la cabeza, su flequillo algo ondulado cayó hacia delante. Sentía algo que no recordó hasta ese momento, placer, algo de dominio sobre sí mismo y sobre la persona que yacía bajo él...Ladeó la cabeza acercándose a su rostro sin llegar a tocarlo, comenzando a desnudarlo despacio, rozando su piel con los dedos a medida que le quitaba la ropa, suspirando ante las caricias que éste proporcionaba a su miembro-

Tras ser desnudado decidí que lo mejor era incitarlo a que me tomara, continué acariciando su miembro y finalmente terminé de desnudarlo
lListo?
Dije mientras me volteaba lentamente y pasaba una mano por mi espalda bajando hacia mi trasero con el fin de incitarlo, pasé mi cadera hacia atrás y lancé un beso con ternura y soltura a la vez

-Ladeó una sonrisa leve a su acompañante de entonces, la cual se borró en seguida ya qu él no era de los que sonreían demasiado. Pasó sus frías manos por la espalda, arañándola de vez en cuando, deslizándolas hacia abajo con soltura hasta la zona de sus nalgas, las cuales apretó con algo de fuerza. Apoyó la frente en su espalda y la besó, paseando la lengua de vez en cuando por ella- Listo... Acercó un dedo a los labios del rubio y murmuró cerca de su oído- Vamos...lámelo...

-Al notar el calor de su boca alrededor de su miembro encogió el vientre, emitiendo un gemido suave, casi inaudible. Pasó a acariciar la cabeza del japonés, acercando la cadera a su rostro, retirándola después en movimientos lentos, en ese momento un jadeo se escapó de sus labios y dejó caer la cabeza hacia detrás, cerrando los ojos con fuerza. Se mordió el labio y colocó la cabeza erguida de nuevo, volviendo a mirarlo a los ojos, sentía como la lujuria y el deseo se apoderaban poco a poco de él-