Era una noche tan normal como cualquier otra, solo que decidí ir a un lugar muy recomendado, pero a la vez exclusivo, el Deux Lunes, había oído que era muy tranquilo a simple vista, pero muy interesante al adentrarte en él, tras pasar la puerta vi a mucha gente, más chicos que chicas, lo cual lo volvía un poco más interesante para alguien como yo, pero algo llamó mi atención hacia un chico en especial, de apariencia seductora y algo controlador, hermoso, simplemente hermoso, para suerte mía estaba solo en un sofá, me senté junto a él insinuándome un poco mientras disimulaba que hacía algo en el móvil, todo iba muy callado hasta que tuve la suerte de que me hablara...