Noche de alcohol [Byo & JR]

-Tras andar durante un poco más, y observando Byo que el silencio reinaba entre ambos, llegaron al lugar. Una discoteca con grandes luces de neón, atraían a los jóvenes lujuriosos. Se veía que era un lugar para descontrolarse, en la puerta de veía gente borracha, otros simplemente fumando fuera para coger aire y fuerzas para volver dentro. Lo miró de reojo. El hombre de la puerta, el segurata, ya lo conocía por lo que lo saludó, no preguntó por el joven coreano al ver que era su acompañante. Entraron sin problema. Al ser un sitio donde ya lo conocían, le guardaron la chaqueta y la bolsa del gimnasio- Dáselas a ella para que te la guarde con la mía -lo miró, el lugar era bastante grande, había un podio y unas barras donde un par de mujeres ligeras de ropa, calentaban a hombres e incluso mujeres. En la parte de los sillones, se encontraban a todo tipo de personas liándose con otras, con descaro, como si estubieran solos. La música llenaba aquél local y el japonés no tardaría en sumarse a la multitud, así que se acercó a la barra pidiendo dos bebidas, de las fuertes-

-Entrecerró un poco los ojos al sentir tanta luz de golpe, tan radiactiva. Observando aquel lugar con cierta curiosidad, ya que, al ser menor no le habían dejado entrar en ningún lugar de aquel tipo. Le gustaba el ambiente que había, la gente solo iba allí para disfrutar, olvidarse de todo, estaba seguro que más de un hombre de los presentes estaba casado, le hizo gracia, el matrimonio le parecía una farsa, una manera de atarse a otra persona. Se quitó la bolsa del gimnasio y se la dio a la señorita que se hallaba allí, a la que Byo le había dado la suya. Buscó al japonés con la mirada y al verlo en la barra, se adentró en la multitud, era empujado por la gente que bailaba, los iba apartando con las manos hasta que llegó a él, suspiró y se apoyó en la barra mirándolo con las cejas algo alzadas-

-lo miró con detenimiento y le acercó un vaso mientras bebía del suyo- ¿que te parece? a mi el rollo este de bailar, no me gusta, aunque me muevo cuando voy borracho, prefiero esperar a cazar -se relame sin dejar de mirarlo, una chica se acerca al joven coreano, Byo, la mira como si fuera a matarla pero desvía la mirada centrándose en beber-

Así que no te gusta bailar, hm... -da un largo trago del vaso después de cogerlo, mantenía la mirada puesta en él. Ladeó la cabeza un poco para mirar a la chica que se le acercaba, alzó una ceja y se acercó a su oído, susurrándole algo, la chica puso mala cara, le hizo un corte de mangas y se fue de allí. El coreano la miró mientras se iba y volvió a beber, mirando a Byo de nuevo-

-dejó ir una risa al ver la reacción de la chica- ¿qué le has dicho? -preguntaba bastante curioso, bebía sin pausa, estaba dispuesto a descontrolarse-

Que tendría que estar muy ciego para tirármela y que tenía la nariz torcida -se mordió el labio encogiéndose de hombros- el hecho de que esté en un bar tan...lujoso, no quiere decir que sea guapa -volvió a beber, terminándose así el vaso-

-ríe mientras pide otro vaso con la misma bebida- aquí las únicas que valen la pena son las putas esas -señala a las jóvenes que están bailando y entreteniendo a los demás- todo lo demás, no vale una mierda, excepto yo

Oh, por supuesto -las miró sin demasiado interés y asintió con la cabeza- no están mal, las japonesas son algo más bajas que las coreanas...creo -se quedó algo pensativo y se terminó el vaso, pidiendo otro de lo mismo- bueno...

poco me interesa la altura, solo quiero que cuando me las tire, sepan complacerme -se encoge de hombros mientras empieza a beber del vaso nuevo- y lo mismo va por los tíos -lo mira para dirigirse a él- ¿a ti exactamente que te va?

La verdad es que me da igual...nunca he estado con alguien -lo miró ahora algo más serio, volviendo a beber de nuevo sin mucho control, desviando después la mirada hacia la gente mientras se acomodaba en la barra-

solo tienes dieciocho años, creo que no sabes ni lo que quieres - vuelve a dar un trago vaciando medio vaso- pero nunca estés con nadie, todos, da igual si es un tío o una tía, todos hacen daño

Lo cierto es que no quiero nada -volvió a vaciar el vaso de un largo trago, sacó una cajetilla de cigarros del bolsillo de la chaqueta y lo encendió, expulsando el humo hacia arriba- pero sé que todos hacen daño...

no es necesario que me lo tenga que decir un crío, soy lo suficientemente mayorcito para saberlo -lo mira de reojo y estira la mano- dame uno, no seas egoísta

¿Y qué pasa si no quiero? A tu avanzada edad un cigarro puede determinar tu muerte en pocos minutos -lo exageró pero alzó las cejas tendiéndole a su vez el cigarro que le había pedido- Anda toma...-dió mientras tanto otra calada y expulsó el aire hacia él haciendo una "O"-

es mi problema que pueda morirme en pocos minutos -se encoge de hombros y luego le quita el mechero para así prender el cigarro y empezar a fumar- me voy a ligar, eres un muermo, si te aburres te acercas, voy a la caza de las nenas chabal -lo mira de reojo y le tira de manera "chula" el mechero, sale de allí con el cigarro en la mano y en la otra un vaso de una nueva bebida que ha pedido, empieza a camuflarse entre las chicas, bastasnte lanzado-

¿Que soy un muermo? No sabe lo que dice -frunció el ceño y se giró al camarero, pidiendo un vaso bien lleno de un licor bastante fuerte que a penas duró medio minuto entre sus manos, se quitó la chaqueta dejándola sobre la barra y corrió entre la gente dando una honda calada a su vez. A lo lejos había visto un escenario lleno de luces y alguna barra metálica por la que algunas mujeres se deslizaban, se subió sin mucho esfuerzo, casi de un salto y se acercó a una de las chicas, se acercó a su oído y con un tono sensual le sugirió que bajase y le dejase a él, por lo menos durante unos minutos. La camiseta de tirantes dejaba ver sus fuertes brazos de adolescente y sin tardar mucho, le entregó el cigarro a la mujer y acudió a la barra. Al compás de la música bastante rápida, se agarró a ella comenzando a moverse de forma sugerente y provocativa, aplicando algo de baile en los movimientos, colocándose boca abajo en la barra y dejándose caer hasta casi tocar el suelo, donde retomaba de nuevo la postura inicial con agilidad y facilidad-

-desde el otro extremo, el japonés advirtió bastantes miradas hacia la barra, poco tardó en fijar su vista hacia él, quedó parado mirándolo, advirtiendo que le estaba excitando de sobremanera ver al joven coreano moverse de tal manera. Se bebió el contenido del vaso y se lo dió a una cualquiera, dejándo a sus posibles ligues en manos de otros. Se abrió paso hasta llegar a él, no sin antes golpearse con un hombre un poco mayor que él, observando como intentaba tocar a JR, le asestó un puñetazo que le fué devuelto pero que con gracia esquivó, el hombre cayó al suelo por la embriaguez, el japonés lo miró alzando las cejas y volvió la vista al coreano-

-Alzaba las cejas y se paseaba la lengua por los labios con lascivia, sabía que lo estaba mirando y eso le excitaba, el roce que provocaban los movimientos de su cuerpo contra la barra hacía que frunciera el ceño de placer, no le importaban las miradas o los comentarios, símplemente bailaba. La mirada se mantuvo fija en los ojos del japonés, no la desvió en ningún momento, exceptuando cuando le daba la espalda, que, a pesar de eso, lo miraba de reojo, alzaba el mentón y estiraba los brazos hacia arriba, deslizando después las palmas de sus manos hacia su propia entrepierna-

-suspira conteniéndose mientras se muerde el labio con fuerza, observa todos sus movimientos detenidamente, sin perder detalle. Vuelve a suspirar. Realmente lo estaba excitando y más tras el último gesto. Observa como lo devoran con la mirada, pero quiere ser el único, quiere que sea solo suyo y todo el mundo, por tanto, le estorba, por lo que los va echando, algunos a golpes a otros con amenazas-

-Ladeó una sonrisa de satisfacción al ver la reacción del rubio, se mordió el labio y dejó la barra para acercarse un poco más a la gente, pero en especial a él. Alzó una de sus cejas levemente y estiró el brazo, haciéndole señal con el dedo de que se acercara, a pesar de incitarlo a ir, bajó del escenario y caminó entre la gente con la intención de que lo siguiera, de forma juguetona y con gracia esquivaba las intenciones del resto, mirando hacia atrás de vez en cuando, cercionándose de que Byo le seguía-

-frunció el ceño al ver que se le escapaba, y eso no podía consentirlo, así que tomó camino entre la gente buscandolo, empujando a ésta, buscaba con algo de desesperación, serpenteaba entre el montón de personas que se encontraban allí, estaba dispuesto a seguirle el juego-

-Se encontraba en una zona algo oscura esperándolo impacientemente, al ver que pasaba de largo, estiró el brazo rápidamente y lo arrastó hacia una de las paredes en las que anteriormente estaba apoyado, le hizo una jaula con uno de los brazos y esperó a que "moviese ficha"-

-lo miró de repente y ladeó una sonrisa bastante provocativa- ¿te has divertido? -alza ambas cejas mientras se lo acerca tirando de su camiseta acercándose él un poco para así susurrar en su oído- porque a mi me has divertido que te cagas..

No ha estado mal...-Ladeó una leve sonrisa mientras lo miraba de reojo. Esa situación le encantaba, consiguió por casi primera vez despejar la mente, centrarse solo en él y en su pequeño juego. En un movimiento sensual y algo rápido, lamió sus labios y se retiró un poco-

me pones, y eso es bueno -tira más de su camiseta acercándose a sus labios para así besarlo de una manera algo frenética. El ambiente estaba cargado, había bastante alboroto, prácticamente el lugar parecía un prostíbulo en ese momento. Mujeres con hombres, hombres con hombres o mujeres con mujeres, en ese preciso momento solo la lujúria se apoderaba de todos ellos, y no iban a ser menos el joven coreano y el japonés-